Para que los jóvenes no cuestionen el sistema, la democracia tiene que producir políticos que respeten a la ciudadanía
Les pongo en contexto:
Llevamos más de dos años trabajando con jóvenes para hacer algo pionero en España: aplicar las ciencias del comportamiento al desarrollo de las políticas públicas, para mejorarlas. Se trata de tener en cuenta el comportamiento real de la sociedad cuando se diseñan las políticas, para que éstas surtan efecto y no se queden en meros textos publicados en el BOE. Se hace ya en más de 70 países, pero como nuestros políticos son 'vintage', las ciencias del comportamiento solo las utiliza aquí el sector privado. Un ejemplo sencillo: si cuando se puso en marcha de forma opcional la Formación Profesional dual, nuestros políticos hubiesen pensado en incentivos conductuales para los centros, empresas y alumnos, la FP dual no llegaría solo a un 5,5% de los alumnos. Y no se hubiese tenido que legislar ahora para implantarla de forma generalizada, habiendo perdido toda una década. De cajón de madera de pino.
Convencimos a dos empresas -una nacional y una internacional- para que apoyaran el proyecto. A expertos nacionales de Neovantas y a Mazinn para que trabajasen con los jóvenes a un coste reducido. Y a uno de los dos 'dioses' de la ciencia del comportamiento a nivel mundial, el profesor Cass Sunstein de la Universidad de Harvard (que asesoró a Obama y Biden), para que colaborase y además pro bono. También convencimos a la OCDE para orientar a los expertos nacionales. Tienen toda una unidad dedicada a que se utilicen estas técnicas (sin que los políticos españoles se den por enterados).
Utilizando métodos de países que están innovando en democracia participativa, pusimos en marcha un grupo de 48 jóvenes representativo de todo el espectro geográfico y social. Han estado cuatro meses dedicando su tiempo libre a dos propuestas: cómo quitar barreras al emprendimiento juvenil y cómo conseguir más acceso a experiencia práctica. Las conclusiones se han testeado con más de 600 jóvenes y están llenas de sentido común: desde subrayar que hay que poner en valor las plataformas de información que ya existen (de poco vale gastarse el dinero público en ellas si luego es imposible encontrarlas) hasta examinar si es bueno que las prácticas sean obligatorias (porque se convierten en un mero trámite tanto para los jóvenes como para las empresas) o fomentar las micro-prácticas. Ninguna de las recomendaciones hechas por los jóvenes han sido para pedir ayudas, sino para que se les den oportunidades y se les quiten obstáculos. ¡Tomen nota, señores políticos!
Presentamos las conclusiones en el Congreso en una sala llena de gente que nos facilitó el diputado Alberto Catalán, que siempre ayuda a la sociedad civil. Además de los expertos, hicieron presentaciones tres jóvenes: Laura Torre, que está estudiando un máster, José Luis Martínez, que ha terminado un grado de FP, y Hayat Hawa, que acabó la ESO, es emprendedora, tiene una hija de cuatro años y se vino esa misma mañana en tren desde Asturias a Madrid. El profesor de Harvard grabó una entrevista. Y la unidad de la OCDE participó en un diálogo desde París. Discutimos las propuestas durante dos horas que se hicieron cortas, porque todo era debate de altura, centrado en soluciones prácticas, como debería ser todos los días en el Congreso. Lo mejor fueron los jóvenes: razonables, comprometidos, con sugerencias cabales y opiniones sensatísimas. Si todos los diputados que participan en las vergonzosas sesiones de control (o más bien descontrol) al gobierno se fuesen a su casa y les reemplazasen esos jóvenes, el país iría muchísimo mejor.
Invitamos a todos los grupos políticos, ministros del ramo y comisiones. Bueno, pues adivinen: ¿cuántos vinieron a escuchar a esos jóvenes que se han estado currando las propuestas (es decir, haciendo la labor que se supone que tienen que hacer los diputados) y que encima hicieron el esfuerzo de ir al Congreso a contárselo 'in situ'?
Ni uno solo. Como lo oyen. ¡Ni uno!
Para empeorar las cosas, en los últimos cinco minutos se presentó allí el secretario de Juventudes del PSOE y se fue derechito a los jóvenes como si les hubiese estado escuchando desde el principio. Fue vergonzoso.
Ahora, no se preocupen, el mes antes de las elecciones los partidos políticos sacarán unas ayuditas de jóvenes y pensarán: expediente cumplido.
(Miriam González Durántez es abogada de comercio europeo e internacional en la firma Cohen Gresser y fundadora de España Mejor y del movimiento internacional 'Inspiring Girls' dedicado a fomentar la autoestima y la aspiración en las niñas. Ha sido negociadora de comercio para la Unión Europea y asesora de dos Comisarios Europeos sobre Relaciones Exteriores con Oriente Medio. Actualmente es Vicepresidenta de UBS Europa. Reside en Palo Alto. Y es autora del libro 'Devuélveme el poder'. Es también autora del blog de cocina 'Mumandsons')
(Miriam González, El Confidencial, 24-11-2025)
Como no me gusta perder las formas, he tenido que esperar unos días antes de escribir esto para calmarme. Mis hijos son testigos de que en un mal pronto soy capaz de poner firme a cualquiera. Así que en el acto de jóvenes de España Mejor la semana pasada en el Congreso tuve que hacer un acto de suprema contención mental para no salir de allí gritándoles a los diputados que son indignos de la gente -y sobre todo de los jóvenes- a los que representan.
Les pongo en contexto:
Llevamos más de dos años trabajando con jóvenes para hacer algo pionero en España: aplicar las ciencias del comportamiento al desarrollo de las políticas públicas, para mejorarlas. Se trata de tener en cuenta el comportamiento real de la sociedad cuando se diseñan las políticas, para que éstas surtan efecto y no se queden en meros textos publicados en el BOE. Se hace ya en más de 70 países, pero como nuestros políticos son 'vintage', las ciencias del comportamiento solo las utiliza aquí el sector privado. Un ejemplo sencillo: si cuando se puso en marcha de forma opcional la Formación Profesional dual, nuestros políticos hubiesen pensado en incentivos conductuales para los centros, empresas y alumnos, la FP dual no llegaría solo a un 5,5% de los alumnos. Y no se hubiese tenido que legislar ahora para implantarla de forma generalizada, habiendo perdido toda una década. De cajón de madera de pino.
Empezamos escuchando, con una mega encuesta de 11.000 jóvenes. Los resultados fueron reveladores: 45% quieren ser funcionarios pero no por vocación de servicio público. Lo que más dan por perdido es poder lograr una educación que los prepare para su vida profesional. Y su mayor preocupación es poder irse al extranjero a conseguir experiencia práctica. Cualquiera de esos datos debería quitarles el sueño a nuestros diputados, porque son indicios de que el contrato social con los jóvenes se ha roto.
Convencimos a dos empresas -una nacional y una internacional- para que apoyaran el proyecto. A expertos nacionales de Neovantas y a Mazinn para que trabajasen con los jóvenes a un coste reducido. Y a uno de los dos 'dioses' de la ciencia del comportamiento a nivel mundial, el profesor Cass Sunstein de la Universidad de Harvard (que asesoró a Obama y Biden), para que colaborase y además pro bono. También convencimos a la OCDE para orientar a los expertos nacionales. Tienen toda una unidad dedicada a que se utilicen estas técnicas (sin que los políticos españoles se den por enterados).
Utilizando métodos de países que están innovando en democracia participativa, pusimos en marcha un grupo de 48 jóvenes representativo de todo el espectro geográfico y social. Han estado cuatro meses dedicando su tiempo libre a dos propuestas: cómo quitar barreras al emprendimiento juvenil y cómo conseguir más acceso a experiencia práctica. Las conclusiones se han testeado con más de 600 jóvenes y están llenas de sentido común: desde subrayar que hay que poner en valor las plataformas de información que ya existen (de poco vale gastarse el dinero público en ellas si luego es imposible encontrarlas) hasta examinar si es bueno que las prácticas sean obligatorias (porque se convierten en un mero trámite tanto para los jóvenes como para las empresas) o fomentar las micro-prácticas. Ninguna de las recomendaciones hechas por los jóvenes han sido para pedir ayudas, sino para que se les den oportunidades y se les quiten obstáculos. ¡Tomen nota, señores políticos!
Presentamos las conclusiones en el Congreso en una sala llena de gente que nos facilitó el diputado Alberto Catalán, que siempre ayuda a la sociedad civil. Además de los expertos, hicieron presentaciones tres jóvenes: Laura Torre, que está estudiando un máster, José Luis Martínez, que ha terminado un grado de FP, y Hayat Hawa, que acabó la ESO, es emprendedora, tiene una hija de cuatro años y se vino esa misma mañana en tren desde Asturias a Madrid. El profesor de Harvard grabó una entrevista. Y la unidad de la OCDE participó en un diálogo desde París. Discutimos las propuestas durante dos horas que se hicieron cortas, porque todo era debate de altura, centrado en soluciones prácticas, como debería ser todos los días en el Congreso. Lo mejor fueron los jóvenes: razonables, comprometidos, con sugerencias cabales y opiniones sensatísimas. Si todos los diputados que participan en las vergonzosas sesiones de control (o más bien descontrol) al gobierno se fuesen a su casa y les reemplazasen esos jóvenes, el país iría muchísimo mejor.
Invitamos a todos los grupos políticos, ministros del ramo y comisiones. Bueno, pues adivinen: ¿cuántos vinieron a escuchar a esos jóvenes que se han estado currando las propuestas (es decir, haciendo la labor que se supone que tienen que hacer los diputados) y que encima hicieron el esfuerzo de ir al Congreso a contárselo 'in situ'?
Ni uno solo. Como lo oyen. ¡Ni uno!
Para empeorar las cosas, en los últimos cinco minutos se presentó allí el secretario de Juventudes del PSOE y se fue derechito a los jóvenes como si les hubiese estado escuchando desde el principio. Fue vergonzoso.
Ahora, no se preocupen, el mes antes de las elecciones los partidos políticos sacarán unas ayuditas de jóvenes y pensarán: expediente cumplido.
(Miriam González Durántez es abogada de comercio europeo e internacional en la firma Cohen Gresser y fundadora de España Mejor y del movimiento internacional 'Inspiring Girls' dedicado a fomentar la autoestima y la aspiración en las niñas. Ha sido negociadora de comercio para la Unión Europea y asesora de dos Comisarios Europeos sobre Relaciones Exteriores con Oriente Medio. Actualmente es Vicepresidenta de UBS Europa. Reside en Palo Alto. Y es autora del libro 'Devuélveme el poder'. Es también autora del blog de cocina 'Mumandsons')
(Miriam González, El Confidencial, 24-11-2025)