Tacha la oferta europea de "poco constructiva" y se remite a la propuesta de EE.UU.
El plan de paz de 28 puntos elaborado en octubre por Kirill Dmitriev, enviado especial de Vladímir Putin, y por el representante estadounidense Steve Witkoff dejó a Volodímir Zelenski entre la espada y la pared. O cede el territorio ya invadido por Rusia (el 20% del país y reclama la totalidad del Donbás), reduce su ejército (de 800.000 a 600.000 efectivos) y renuncia al ingreso en la OTAN o perderá el imprescindible apoyo militar de Estados Unidos. "Las fronteras no se pueden cambiar por la fuerza", repite el presidente ucraniano, apoyado por sus aliados europeos. "Putin quiere reconocimiento legal para lo que ha robado", acusa.
La UE, apartada al principio por Washington del primer plano de las negociaciones, ve progresos en la proposición estadounidense, pero avisa de que "queda mucho trabajo" y duda de que se alcance un acuerdo antes del jueves como fijó Trump. El magnate neoyorquino, que el domingo criticó al Gobierno de Ucrania por su "falta de gratitud", ayer se mostró especialmente optimista sobre el final de esta guerra. El mundo orbita alrededor de su teléfono móvil. Un par de frases del presidente de EE.UU. bastan para alterarlo todo. "No lo crean hasta que lo vean, pero algo bueno podría estar sucediendo", tecleó ayer sobre el conflicto en Ucrania.
- Sin ceder todo el Donbás.
Y a esa labor, a cambiar el guion de lo redactado por Trump, se pusieron de inmediato los representantes europeos. El domingo ya difundieron una proposición alternativa y más favorable a los intereses ucranianos: respeta las líneas del frente actual, sin conceder la totalidad del Donbás, y mantiene el número actual de efectivos del ejército ucraniano. Además, no cierra por completo la puerta a que este país pueda ingresar en el futuro en la OTAN y concede a Kiev una garantía de seguridad similar a la del artículo 5 de la Alianza Atlántica (si un miembro es atacado, la respuesta será conjunta).
Los contactos entre los líderes europeos continuaron este lunes, en paralelo a la cumbre UE-África. En su declaración conjunta, subrayaron que "cualquier acuerdo futuro de paz debe respetar plenamente la soberanía de Ucrania". El presidente del Consejo Europeo, António Costa, reconoció que "hay una nueva oportunidad" para las negociaciones de paz y que el pasado fin de semana hubo "progresos significativos". Quiso dejar claro que "la paz no puede ser un alto el fuego temporal, sino una solución duradera" para Ucrania.
También la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, considera que "hay una base sólida para seguir adelante", aunque "falta mucho trabajo por delante". El bloque comunitario aclaró que su propuesta no es un plan alternativo al de Trump, sino que se trata de hacer aportaciones al mismo. Von der Leyen recordó las líneas rojas para Europa. Insistió en que las fronteras "no pueden cambiarse por la fuerza" y recalcó que las tropas armadas ucranianas "no pueden verse limitadas".
Entre las tropas de Kiev, que llevan casi cuatro años defendiendo su territorio, la propuesta pactada entre EE.UU. y Rusia ha generado división. "Es una porquería... nadie la apoyará", aseguró el soldado Yaroslav a la BBC. "Es vergonzo, indigno". En el campo de batalla, los rusos siguen avanzando: en un mes han invadido otros 450 km2.
Pero hay militares que se decantan por "llegar a un acuerdo en algo". Ucrania aún controla el 15% del Donbás y tendría que entregarlo. "Que se lo lleven. Casi no queda nadie en las ciudades y las aldeas. No luchamos por la gente, sino por la tierra, y cada vez perdemos a más gente", apunta otro.
(Colpisa, Diario de Navarra, 25-11-25)
Lucha de planes. Estados Unidos y Rusia elaboraron en octubre y a dos manos un proyecto para la paz en Ucrania y Donald Trump lo anunció la pasada semana como solución. Kiev, de inmediato, replicó que sólo recogía las ambiciones de Moscú. Durante el último fin de semana, la UE diseñó otra propuesta, que incluye condiciones territoriales y militares en defensa de Ucrania. Y este lunes el Kremlin calificó esa contraoferta de "poco constructiva". "No nos conviene", zanjó el asesor de política exterior ruso, Yuri Ushakov. Para Moscú, la "base" es el plan de Trump, que contiene "disposiciones bastante aceptables", aunque otras requerirán "un debate más detallado". La guerra sigue.
El plan de paz de 28 puntos elaborado en octubre por Kirill Dmitriev, enviado especial de Vladímir Putin, y por el representante estadounidense Steve Witkoff dejó a Volodímir Zelenski entre la espada y la pared. O cede el territorio ya invadido por Rusia (el 20% del país y reclama la totalidad del Donbás), reduce su ejército (de 800.000 a 600.000 efectivos) y renuncia al ingreso en la OTAN o perderá el imprescindible apoyo militar de Estados Unidos. "Las fronteras no se pueden cambiar por la fuerza", repite el presidente ucraniano, apoyado por sus aliados europeos. "Putin quiere reconocimiento legal para lo que ha robado", acusa.
La UE, apartada al principio por Washington del primer plano de las negociaciones, ve progresos en la proposición estadounidense, pero avisa de que "queda mucho trabajo" y duda de que se alcance un acuerdo antes del jueves como fijó Trump. El magnate neoyorquino, que el domingo criticó al Gobierno de Ucrania por su "falta de gratitud", ayer se mostró especialmente optimista sobre el final de esta guerra. El mundo orbita alrededor de su teléfono móvil. Un par de frases del presidente de EE.UU. bastan para alterarlo todo. "No lo crean hasta que lo vean, pero algo bueno podría estar sucediendo", tecleó ayer sobre el conflicto en Ucrania.
Durante el pasado fin de semana en Ginebra, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y el jefe de gabinete de Zelenski, Andiy Yermak, revisaron el plan inicial y lo limaron: ahora sólo incluye 19 puntos, según The Guardian. Kiev defiende que la línea del frente existente debe ser el punto de partida para las negociaciones territoriales y recuerda que tiene derecho a tomar sus propias decisiones sobre la adhesión a la UE y a la OTAN, algo que el Kremlin quiere vetar. Pese a la distancia que aún separa a Ucrania y a Rusia, Rubio declaró que habían sido "los contactos más productivos hasta ahora" y aseguró que no veía "barreras insalvables" y que el plan "es un documento vivo", abierto a modificaciones.
- Sin ceder todo el Donbás.
Y a esa labor, a cambiar el guion de lo redactado por Trump, se pusieron de inmediato los representantes europeos. El domingo ya difundieron una proposición alternativa y más favorable a los intereses ucranianos: respeta las líneas del frente actual, sin conceder la totalidad del Donbás, y mantiene el número actual de efectivos del ejército ucraniano. Además, no cierra por completo la puerta a que este país pueda ingresar en el futuro en la OTAN y concede a Kiev una garantía de seguridad similar a la del artículo 5 de la Alianza Atlántica (si un miembro es atacado, la respuesta será conjunta).
Los contactos entre los líderes europeos continuaron este lunes, en paralelo a la cumbre UE-África. En su declaración conjunta, subrayaron que "cualquier acuerdo futuro de paz debe respetar plenamente la soberanía de Ucrania". El presidente del Consejo Europeo, António Costa, reconoció que "hay una nueva oportunidad" para las negociaciones de paz y que el pasado fin de semana hubo "progresos significativos". Quiso dejar claro que "la paz no puede ser un alto el fuego temporal, sino una solución duradera" para Ucrania.
También la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, considera que "hay una base sólida para seguir adelante", aunque "falta mucho trabajo por delante". El bloque comunitario aclaró que su propuesta no es un plan alternativo al de Trump, sino que se trata de hacer aportaciones al mismo. Von der Leyen recordó las líneas rojas para Europa. Insistió en que las fronteras "no pueden cambiarse por la fuerza" y recalcó que las tropas armadas ucranianas "no pueden verse limitadas".
Entre las tropas de Kiev, que llevan casi cuatro años defendiendo su territorio, la propuesta pactada entre EE.UU. y Rusia ha generado división. "Es una porquería... nadie la apoyará", aseguró el soldado Yaroslav a la BBC. "Es vergonzo, indigno". En el campo de batalla, los rusos siguen avanzando: en un mes han invadido otros 450 km2.
Pero hay militares que se decantan por "llegar a un acuerdo en algo". Ucrania aún controla el 15% del Donbás y tendría que entregarlo. "Que se lo lleven. Casi no queda nadie en las ciudades y las aldeas. No luchamos por la gente, sino por la tierra, y cada vez perdemos a más gente", apunta otro.
(Colpisa, Diario de Navarra, 25-11-25)