Neuropsicólogo, especialista en enfermedades mentales.- Tengo 44 años. Soy de Barcelona. Soy neuropsicólogo. Vivo en pareja y tengo un hijo, Saül (4). ¿Política? Decepción profunda. ¿Creencias? No. Mi pasión, después del cerebro, es la práctica del surf y del windsurf: ¡me dedicaría profesionalmente a esto!
Y el cielo olvida sus estrellas.- ¿Cómo convivir con las enfermedades mentales? Lo aborda Saül Martínez-Horta en su libro 'El cielo que olvida sus estrellas' (Geoplaneta), guía para navegar la enfermedad mental -como diagnosticado y como su familiar-, subtitulado "Las enfermedades del cerebro como nunca te las han contado". ¡Y lo consigue! Con Saül confirmo que la realidad es una convención. Y que es bobo discutir con alguien por un recuerdo, pues, aunque sean recuerdos antagónicos, ¡ambos son verdaderos! Conocí a Saül como ponente en un acto de la Societat Catalana d'Offtalmologia ("no ve el ojo, ¡ve el cerebro!"; ahora convocan Oftamologia 360º en L'Illa, del 20 al 22 de noviembre), y entendí que su saber sobre cómo el cerebro percibe la realidad podrá ayudarnos a convivir dignamente con la enfermedad mental
- ¡Me apasiona! Lo relaciono con mi estudio del cerebro.
- ¿Cómo es eso?
- El cerebro es una máquina de hacer predicciones. Si predice un mar plácido, ver cumplida esa predicción ¡le da placer! Y es adictivo. Pero si la predicción se incumple... ¡mi cerebro se excita mucho!
- Otra adicción: a los imprevistos.
- Mi cerebro experimenta el mayor placer en el kilómetro previo a llegar a la playa: anticipa... Esto aborda la neuropsicología: los procesos y funciones cognitivas de tu sistema nervioso ante el entorno.
- Y enfermedades neurodegenerativas... que millones de personas padeceremos.
- ¿Quiere asustarme?
- No, pero mejor que lo sepa. Y que podemos convivir con la enfermedad neurodegenerativa, podemos navegar el alzheimer, parkinson, Huntington, priónicas...
- ¿Enfermedades priónicas?
- Algunas proteínas devienen tóxicas y velozmente deterioran neuronas y mueres.
- ¿Enfermedades sin cura?
- Sin cura, pero podemos vivirlas con decente calidad de vida y toda la dignidad. Hasta llegar al final adecuado.
- Su primer consejo sería...
- Comprender dónde estás, el diagnóstico.
- Un amigo me repite veinte veces la misma anécdota en una conversación.
- Síndrome de perseverancia, se llama. No se lo reproche. ¡Ni le rebata, tampoco!
- ¿No?
- Para él sería doloroso como para usted que yo ahora dijese: "No es usted Amela".
- Ya.
- Él no sabe que se repite, ni que quizá alza la voz... Vive en su mundo, en una realidad en la que él ni alza la voz ni se repite.
- ¿Qué debo hacer, pues?
- Cambie usted de tema, lance otro señuelo conversacional, que así se desencallará.
- Señáleme otros síntomas...
- Hipersexualidad, acoso a una mujer... debido al deterioro de la corteza prefrontal.
- ¿Nos convierte eso en sátiros?
- Sátiros somos, animales, primarios, pero la corteza prefrontal -que anticipa consecuencias de los actos- filtra nuestra conducta primaria. Si el filtro decae...
- Regresamos al mono.
- Mientras la conducta no pase un límite...
- ¿Cuál es el límite, doctor?
- La conducta que arriesgue la integridad física del paciente o de sus cercanos.
- Y si se pisa esa línea, ¿qué?
- Farmacopea y psicología.
- ¿Drogamos al paciente?
- Sí, con fármacos que no dejan al paciente alelado y con la baba colgando, ¿eh? Ajustan la alteración al punto en que el paciente es funcional en sus relaciones sociales.
- Soy funcional actualmente, creo... pero, ¿y si noto algo raro, qué hago?
- Hay retraso en los diagnósticos. Un paciente notó que le costaba encontrar palabras, me consultó... "¿Cómo se enciende una cerilla?", le pregunté. Y no supo hacerme este gesto que usted me hace...
- ¿Qué le sucedía?
- Vi que no es que olvidase palabras, ¡es que estaban borrándosele conceptos! El concepto 'cerilla' se le había borrado.
- ¿Tiene nombre esa enfermedad degenerativa?
- Afasia progresiva primaria: la afección del famoso actor Bruce Willis.
- Una tía mía decía: "Cada noche me entran marcianos por el balcón".
- Trato a personas así: llegan a creer que toda su familia se ha confabulado con los intrusos, con el fin de robarle o dañarle.
- ¿Qué aconseja, doctor, en este caso?
- Hacerle notar al paciente que estos visitantes no le han hecho nunca daño, que son del todo inofensivos. ¡Sufrirá menos!
- Se trata de no discutir para no sufrir.
- Sí, siempre que a los familiares cuidadores todo esto no les haga la vida imposible: en ese caso aconsejo institucionalización.
- Todo está aquí en el coco, ya veo.
- El cerebro es probabilístico, para mal y para bien: por ejemplo, hay personas con poca vista que se espabilan porque su cerebro 've' con arreglo a todo lo ya visto.
- ¿El cerebro construye su particular percepción de la realidad?
- Tal cual. Incluidas realidades amputadas: murió mi gato y durante tiempo le oí maullar, un sonido ambiente era percibido como mauillido de mi fallecido gato.
- ¡Esta función cerebral explicaría los fantasmas, entonces!
- Claro. Y por qué ves u oyes a personas muertas. Los navegantes solitarios ven aparecerse en cubierta a seres queridos.
- Resuma la enfermedad mental, doctor.
- Una pérdida sucesiva de cosas desde el diagnóstico a la muerte, un duelo por etapas... que puede vivirse con dignidad.
(Víctor-M. Amela, La Vanguardia, 21-11-25)
Y el cielo olvida sus estrellas.- ¿Cómo convivir con las enfermedades mentales? Lo aborda Saül Martínez-Horta en su libro 'El cielo que olvida sus estrellas' (Geoplaneta), guía para navegar la enfermedad mental -como diagnosticado y como su familiar-, subtitulado "Las enfermedades del cerebro como nunca te las han contado". ¡Y lo consigue! Con Saül confirmo que la realidad es una convención. Y que es bobo discutir con alguien por un recuerdo, pues, aunque sean recuerdos antagónicos, ¡ambos son verdaderos! Conocí a Saül como ponente en un acto de la Societat Catalana d'Offtalmologia ("no ve el ojo, ¡ve el cerebro!"; ahora convocan Oftamologia 360º en L'Illa, del 20 al 22 de noviembre), y entendí que su saber sobre cómo el cerebro percibe la realidad podrá ayudarnos a convivir dignamente con la enfermedad mental
- De no ser neuropsicólogo, ¿sería surfista?
- ¡Me apasiona! Lo relaciono con mi estudio del cerebro.
- ¿Cómo es eso?
- El cerebro es una máquina de hacer predicciones. Si predice un mar plácido, ver cumplida esa predicción ¡le da placer! Y es adictivo. Pero si la predicción se incumple... ¡mi cerebro se excita mucho!
- Otra adicción: a los imprevistos.
- Mi cerebro experimenta el mayor placer en el kilómetro previo a llegar a la playa: anticipa... Esto aborda la neuropsicología: los procesos y funciones cognitivas de tu sistema nervioso ante el entorno.
- Reacciones, conductas...
- Y enfermedades neurodegenerativas... que millones de personas padeceremos.
- ¿Quiere asustarme?
- No, pero mejor que lo sepa. Y que podemos convivir con la enfermedad neurodegenerativa, podemos navegar el alzheimer, parkinson, Huntington, priónicas...
- ¿Enfermedades priónicas?
- Algunas proteínas devienen tóxicas y velozmente deterioran neuronas y mueres.
- ¿Enfermedades sin cura?
- Sin cura, pero podemos vivirlas con decente calidad de vida y toda la dignidad. Hasta llegar al final adecuado.
- Su primer consejo sería...
- Comprender dónde estás, el diagnóstico.
- Un amigo me repite veinte veces la misma anécdota en una conversación.
- Síndrome de perseverancia, se llama. No se lo reproche. ¡Ni le rebata, tampoco!
- ¿No?
- Para él sería doloroso como para usted que yo ahora dijese: "No es usted Amela".
- Ya.
- Él no sabe que se repite, ni que quizá alza la voz... Vive en su mundo, en una realidad en la que él ni alza la voz ni se repite.
- ¿Qué debo hacer, pues?
- Cambie usted de tema, lance otro señuelo conversacional, que así se desencallará.
- Señáleme otros síntomas...
- Hipersexualidad, acoso a una mujer... debido al deterioro de la corteza prefrontal.
- ¿Nos convierte eso en sátiros?
- Sátiros somos, animales, primarios, pero la corteza prefrontal -que anticipa consecuencias de los actos- filtra nuestra conducta primaria. Si el filtro decae...
- Regresamos al mono.
- Mientras la conducta no pase un límite...
- ¿Cuál es el límite, doctor?
- La conducta que arriesgue la integridad física del paciente o de sus cercanos.
- Y si se pisa esa línea, ¿qué?
- Farmacopea y psicología.
- ¿Drogamos al paciente?
- Sí, con fármacos que no dejan al paciente alelado y con la baba colgando, ¿eh? Ajustan la alteración al punto en que el paciente es funcional en sus relaciones sociales.
- Soy funcional actualmente, creo... pero, ¿y si noto algo raro, qué hago?
- Hay retraso en los diagnósticos. Un paciente notó que le costaba encontrar palabras, me consultó... "¿Cómo se enciende una cerilla?", le pregunté. Y no supo hacerme este gesto que usted me hace...
- ¿Qué le sucedía?
- Vi que no es que olvidase palabras, ¡es que estaban borrándosele conceptos! El concepto 'cerilla' se le había borrado.
- ¿Tiene nombre esa enfermedad degenerativa?
- Afasia progresiva primaria: la afección del famoso actor Bruce Willis.
- Una tía mía decía: "Cada noche me entran marcianos por el balcón".
- Trato a personas así: llegan a creer que toda su familia se ha confabulado con los intrusos, con el fin de robarle o dañarle.
- ¿Qué aconseja, doctor, en este caso?
- Hacerle notar al paciente que estos visitantes no le han hecho nunca daño, que son del todo inofensivos. ¡Sufrirá menos!
- Se trata de no discutir para no sufrir.
- Sí, siempre que a los familiares cuidadores todo esto no les haga la vida imposible: en ese caso aconsejo institucionalización.
- Todo está aquí en el coco, ya veo.
- El cerebro es probabilístico, para mal y para bien: por ejemplo, hay personas con poca vista que se espabilan porque su cerebro 've' con arreglo a todo lo ya visto.
- ¿El cerebro construye su particular percepción de la realidad?
- Tal cual. Incluidas realidades amputadas: murió mi gato y durante tiempo le oí maullar, un sonido ambiente era percibido como mauillido de mi fallecido gato.
- ¡Esta función cerebral explicaría los fantasmas, entonces!
- Claro. Y por qué ves u oyes a personas muertas. Los navegantes solitarios ven aparecerse en cubierta a seres queridos.
- Resuma la enfermedad mental, doctor.
- Una pérdida sucesiva de cosas desde el diagnóstico a la muerte, un duelo por etapas... que puede vivirse con dignidad.
(Víctor-M. Amela, La Vanguardia, 21-11-25)